MILAGROS EUCARÍSTICOS


El milagro eucarístico de Florencia

Hoy presentamos a nuestros lectores el testimonio y estudio científico del milagro eucarístico ocurrido en Florencia el 23 de Mayo del año 2003

Antes de empezar es importante subrayar que la Iglesia no se ha pronunciado a día de hoy sobre este milagro. Esto quiere decir que no se trata de ningún dogma de fe como la Resurrección de Cristo o la Inmaculada Concepción de María. A falta de confirmación por la Iglesia (que no está obligada a probarlo), este hecho es ante todo una “caricia” de Jesús Sacramentado hacia el sacerdote Gian Paolo Faroni y una muestra de fe para millones de católicos.

Testimonio

Yo Gian Paolo Faroni, Sacerdote de la congregación Salesiana Don Bosco, declaro que el día viernes 23 de mayo del 2003, a la hora tres postmeridiana, en un “Encuentro de Oración” en provincia de Florencia – Italia, vi la Hostia contenida en el ostensorio que se ruborizó de sangre.

Estupefacto, caí de rodillas y fui invadido por una emoción profunda. Tembloroso y sacudido por un llanto convulso, quedé con los ojos fijos sobre el milagro, en extática adoración hacia Jesús sangrante. Delante de mis ojos la hostia se ruborizaba cada ves más con la Sangre de Cristo. La hostia se presentó vestida de Sangre en su parte anterior y llena de sudor en la parte posterior. De la parte posterior caian dos vetas que descendían de lo alto en bajo. Tocando el vidrio del pequeño ostensorio pude constatar que estaba tibio, por el calor de la Sangre que salia copiosamente de la hostia. La partícula aparecia como una pieza de carne seccionada y encarcelada entre los dos vidrios del ostensorio; aquel anterior se presentó mojado de sangre, mientras aquel posterior resultó al mismo tiempo salpicada a causa del sudor. La luz hizo asemejar a aquellas gotas de sudor en tanto pequeños diamantes. De la parte opuesta la sangre dejó sobre el vidrio una huella al rojo vivo y con el pasar del tiempo fue acumulándose en la parte inferior de la vitrina formando una capa con forma elíptica. Muchos testigos estuvieron presentes sobre el lugar al momento de la constatación. Rápidamente, fueron informados los restantes miembros del grupo de oraciòn y en poco tiempo, unas treinta personas llegaron al lugar del Milagro Eucarístico, para ser de ello testigos presenciales. Ellos lo vieron, se arrodillaron y lo adoraron. Vieron con sus propios ojos el “Regalo” ofrecido por Dios a la pequeña comunidad y al mundo entero.

 

Yo Gian Paolo Faroni Sacerdote de la congregación Salesiana Don Bosco declaro verdadero este extraordinario Milagro Eucarístico. La Santísima Trinidad y María Santísima explican a través de Las Revelaciones dadas a Conchiglia que el Milagro ha sido concedido y donado para que se haga conocer como signo y como severa advertencia para todo el mundo.

Análisis científico

 

Hoy 24 de diciembre del año 2003, Nochebuena, el Movimiento de Amor San Juan Diego ha recibido todos los datos de los resultados de los análisis ejecutados sobre la hostia grande Consagrada que se ha llenado de Sangre en las manos de Gian Paolo Faroni Sacerdote Don Bosco durante la Adoración Eucarística el dia 23 de mayo del año 2003 a la hora 15.00 en una casa de Oración ONLUS de Florencia. Estos resultados son oficiales y han sido  proporcionados por el Instituto de Medicina Legal de fama internacional en Padova, Italia.

Los análisis han permitido obtener los siguientes resultados:

 - se trata de sangre humana masculina
- el grupo sanguíneo es AB Rh+
- es sangre del mismo tipo de aquella de Lanciano y del SANTO SUDARIO
- han sido hechos todos los análisis posibles sobre el DNA

 

Toda la documentación está a disposición de los Organismos que componen la Santa Iglesia.


El Milagro de Lanciano

La pequeña ciudad de Lanciano se encuentra a 4 kilómetros de Pescara Barí (Italia), que bordea el Adriático. En el siglo VIII, un monje basiliano, después de haber realizado la doble consagración del pan y del vino, comenzó a dudar de la presencia real del Cuerpo y de la Sangre del Salvador en la hostia y en el cáliz. Fue entonces cuando se realizó el milagro delante de los ojos del sacerdote; la hostia se tornó un pedazo de carne viva; en el cáliz el vino consagrado en sangre viva, coagulándose en cinco piedrecitas irregulares de forma y tamaño diferentes.

Esta carne y esta sangre milagrosa se han conservado, y durante el paso de los siglos, fueron realizadas diversas investigaciones eclesiásticas.


Verificación del milagro.

Quisieron en la década de 1970, verificar la autenticidad del milagro, aprovechándose del adelanto de la ciencia y de los medios que se disponía. El análisis científico de aquellas reliquias, que datan de trece siglos, fue confiado a un grupo de expertos. Con todo rigor, los profesores Odoardo Linolli, catedrático de Anatomía, Histología Patológica , Química y Microscopia clínica, y Ruggero Bertellí, de la Universidad de Siena efectuaron los análisis de laboratorio. He aquí los resultados:

La carne es verdaderamente carne. La sangre es verdaderamente sangre. Ambos son sangre y carne humanas. La carne y la sangre son del mismo grupo sanguíneo (AB). La carne y la sangre pertenecen a una persona VIVA.
El diagrama de esta sangre corresponde al de una sangre humana que fue extraída de un cuerpo humano ese mismo día. La carne está constituida por un tejido muscular del corazón (miocardio). La conservación de estas reliquias dejadas en estado natural durante siglos y expuestas a la acción de agentes físicos, atmosféricos y biológicos, es un fenómeno extraordinario.
Uno queda estupefacto ante tales conclusiones, que manifiestan de manera evidente y precisa la autenticidad de este milagro  eucarístico.

Otro detalle inexplicable: pesando las piedrecitas de sangre coaguladas, y todas son de tamaño diferente, cada una de éstas tiene exactamente el mismo peso que las cinco piedrecitas juntas.
Conclusiones. ¡Cuántas conclusiones, cuántas ideas y profundizaciones sobre los designios de Dios podemos sacar del milagro de Lanciano!
1. Precisamente cuando los soberbios afirman: "La ciencia enterró la religión, la Iglesia y la oración, que son cosas superadas. Nada de esto es importante". Para éstos el milagro de Lanciano es una respuesta categórica. Es justo la ciencia, con sus recursos actuales que vienen a probar la autenticidad del milagro. ¡Y qué milagro!
2. Realmente un milagro destinado a nuestro tiempo de incredulidad. Pues, como dice San Pablo, los milagros no están hechos para aquellos que creen, sino para los que no creen. Precisamente en este tiempo, cuando un cierto número de cristianos duda de la Presencia Real, admitiendo solo una Presencia espiritual de Cristo en el alma del que comulga, la ciencia la comprueba con una evidencia de un milagro que dura ya más de trece siglos.
3. La iglesia de Lanciano, donde se produjo el milagro, está dedicada a San Longinos, el soldado que traspasó el Corazón de Cristo con la lanza, en la cruz. ¿Coincidencia?
4. La constatación científica por los expertos de que se trata de carne y sangre de una persona viva, viviente en la actualidad, pues esta sangre es la misma que hubiese sido retirada en el mismo día, de una persona viva.
5. Por lo tanto es la misma carne viva, no carne de un cadáver, sino una carne animada y gloriosa, que recibimos en la Eucaristía, para que podamos vivir la vida de Cristo.
6. Un hecho impresionante: la carne que está allí es carne del corazón. No es un músculo cualquiera, pero del músculo que propulsiona la sangre y, en consecuencia, la vida.
7. Las proteímas contenidas en la sangre están normalmente repartidas en una relación de porcentaje idéntica al del esquema proteico de la sangre fresca normal.

Para nosotros, cincuenta años, medio siglo, es prácticamente una vida. Trece siglos nos parecen una eternidad y es tal vez con esta sensación ya de eternidad que "sentimos" el milagro de Lanciano, donde Dios permitió la comprobación por la ciencia de los hombres de sus palabras omnipotentes: ESTO ES MI CUERPO, ESTE ES EL CALIZ DE MI SANGRE, DEL NUEVO Y ETERNO TESTAMENTO.

Este texto fue publicado en:
Sol de Fátima, nº. 83, Mayo Junio 1982,
Revista Roma de Buenos Aires, nº. 28, Septiembre de 1978,
Legionario de Colombia nº. 5.

La siguiente información se encuentra en la monografía del Profesor Linoli, docente de anatomía e histologia patológica y citogénetica, publicada después de la última investigación científica de la Carne y de la Sangre milagrosa en 1970 y revisada en el año 1991.
Información aportada por la Cardióloga Italiana Marina De Cesare, quien participó en la investigación del milagro.