Jueves 18 de noviembre de 2010

PROGRAMA:

18:00 horas: Basílica de Santa Anastasia al Palatino 
                    Ponencia: Las Asociaciones Eucarísticas.
                    Ponente:  Rvdo. Padre Alberto Pacini
                                   Rector de la Basílica.
21:00 horas: Basílica de Santa Anastasia al Palatino 
                    Vísperas, Santa Misa, Adoración. 
                    Preside: Emmo. y Rvdmo. Cardenal Stanislaw Rylko 
                                 Presidente del Consejo Pontificio para los Laicos.

 


LAS ASOCIACIONES EUCARÍSTICAS.
Reverendo Padre ALBERTO PACINI: 
                  
Rector de la Basílica de Santa Anastasia al Palatino.

 

           Tengo en primer lugar que agradecer el que hayan escogido esta basílica de Santa Anastasia en Palatino, como una “statio” de los actos conmemorativos del Bicentenario de la Adoración Nocturna. Agradezco las palabras de presentación del P. Agustín, y saludo cordialmente al Presidente de la Federación Mundial de las Obras Eucarísticas de la Iglesia y con él a todos los adoradores que distintas partes del mundo se han dado cita en esta basílica de Santa Anastasia. 

          Como ya se mencionó en la introducción, esta iglesia estuvo cerrada durante muchos años y no fue sino hasta el año 2000 cuando se reabrió al culto y me nombraron rector de esta basílica de Santa Anastasia en donde, como ustedes saben, se tiene adoración perpetua.

          La estructura de la basílica en sí misma, habla de la Eucaristía. En el techo del crucero tenemos los cuatro evangelistas y en el centro al Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Es este Cordero al que nosotros adoramos en la Eucaristía. Esta iglesia como he dicho estuvo por mucho tiempo cerrrada y ha sufrido muchas remodelaciones a lo largo de los siglos, la última la llevó a tener la cerrada por más de veinte años, y fue en el año 2000, como he dicho, cuando se reabrió para el culto.

          Esta zona en la que se encuentra la basílica es una zona despoblada, la basílica se encuentra precisamente en el Palatino, una zona de grandes piedras y de ruinas de la antigua Roma, y por tanto tiene muy pocos feligreses a su entorno. Al llegar aquí me pregunté ¿qué puedo hacer para darle vida a este templo?

          Fue entonces cuando surgió la idea de establecer una adoración perpetua en esta basílica. Ahora bien la basílica ofrecía una dificultad: por su misma estructura no cuenta con una capilla lateral apropiada para la adoración perpetua, y establecer la adoración perpetua en el altar mayor implicaría además de grandes gastos de calefacción; pues un gran inconveniente en cuanto al recogimiento para las personas que viniesen a adorar al Señor. 



Emmo. y Rvdmo. Cardenal Stanyslaw Rylko 
            Presidente del Consejo Pontificio para los Laicos.

Saludo e introducción:

 

         En nombre del Consejo Pontificio para los Laicos, saludo cordialmente a la Federación Mundial de las Obras Eucarísticas de la Iglesia: al Consejo directivo con su Presidente, el Sr. Eduardo Moreno Gómez, y a todos vosotros, queridísimos hermanos y hermanas, reunidos aquí en Roma desde diversos países del mundo, para celebrar el bicentenario de la fundación de la adoración nocturna del Santísimo Sacramento. Nacida en la noche del 19 al 20 noviembre de 1810, en la Iglesia romana de Santa María in vía Lata, la adoración nocturna es -en cierto sentido- constitutiva de vuestra Federación. Os agradezco de corazón la invitación a presidir esta Eucaristía que me da la posibilidad de unirme personalmente a vuestras celebraciones conmemorativas. En esta Eucaristía queremos abrazar con grata memoria este largo camino, que dura ya doscientos años, y poner ante el altar todos los frutos espirituales que la Adoración Eucarística ha producido en las vidas de tantas generaciones de socios de vuestra Federación y en la vida de la Iglesia. La Iglesia vive de la Eucaristía y la espiritualidad eucarística es constitutiva para la vida y para la acción de todo cristiano. Como pueblo de adoración eucarística os encontráis pues en el corazón latiente de la Iglesia. ¡Aquí, esta tarde os digo que la Iglesia necesita mucho de vosotros y cuenta con vosotros!

          Ahora, preparemos nuestros corazones para el encuentro con Cristo, presente en el misterio eucarísitco, mediante el acto de un sincero arrepentimiento por nuestros pecados y digamos juntos: Yo confieso…


Homilia:      «EUCARISTÍA: UN MISTERIO QUE HA DE SER VIVIDO »  Documentación